TABULA RASA

almudena anés
3 min readSep 19, 2024

--

La admiración es un sentimiento poderoso. A lo largo de mi carrera, ha sido el motor de muchas de mis decisiones: admiración por grandes creadores, por la literatura que me ha acompañado siempre y por los proyectos culturales que transforman la realidad. Sin embargo, llega un punto en el que la admiración también se convierte en una especie de reflejo que nos invita a replantearnos nuestro propio camino. ¿Qué hago yo en este universo creativo? ¿Qué quiero construir?

Durante años, me he dedicado a la creación narrativa. La escritura ha sido mi medio de expresión, un espacio en el que podía volcar mis ideas, mis historias y, en cierto modo, mi mundo interior. Pero a medida que he crecido profesionalmente, algo empezó a cambiar. Dejé de sentirme tan atraída por el acto de escribir en sí, y empecé a admirar algo distinto: la capacidad de otros para crear, para transformar ideas en proyectos culturales complejos y profundos.

Fue entonces cuando entendí que mi papel estaba cambiando. De la escritora a la gestora, de la creadora a la facilitadora. Y esto no significa que deje atrás la creatividad, sino que la reoriento. Me apasiona ayudar a que otros creadores brillen, trabajar en el backstage, organizar los procesos y asegurarme de que sus talentos tengan el espacio adecuado para desarrollarse. En ese sentido, siento que mi papel es más relevante que nunca.

La literatura como base, pero no como único camino
Siempre he sentido una profunda conexión con la literatura. Los libros han sido una constante en mi vida, una fuente de inspiración y aprendizaje. Sin embargo, me di cuenta de que la literatura no tiene por qué ser mi único destino. A veces, es necesario romper con aquello que parece seguro o predefinido. No para abandonarlo por completo, sino para abrir espacio a nuevas posibilidades, para experimentar y crecer.

La industria editorial y la producción cultural son campos en los que la gestión tiene un valor inmenso. Hoy, más que escribir historias, me interesa construir plataformas para que otros las cuenten. Quiero facilitar el proceso creativo, ser esa figura que organiza, que gestiona los recursos y que hace posible que las grandes ideas se materialicen.

La necesidad de romper y experimentar
Tomar esta decisión no fue fácil. Cuando llevas años en una carrera creativa, parece que el camino está trazado y cualquier desvío puede parecer un fracaso. Pero en realidad, es en esos momentos de ruptura donde nace la verdadera evolución. Romper con lo que se espera de ti te da la libertad de explorar otras facetas, otras formas de contribuir al mundo creativo.

Ahora me encuentro en una etapa de transición profesional en la que el experimento es la clave. No me interesa ceñirme a una única etiqueta o rol. Quiero explorar cómo mi experiencia creativa puede ser útil en otros ámbitos: gestión editorial, producción de videojuegos, curaduría de proyectos culturales. Quiero aprender de otros profesionales, absorber conocimientos y aplicarlos de forma estratégica.

Y, sobre todo, quiero poner en valor el talento de los demás. He aprendido que uno de los mayores placeres de este campo es ver cómo una idea toma forma, cómo un proyecto cultural crece y se convierte en algo que impacta a la gente. Ese proceso, esa transformación, es algo que quiero seguir facilitando.

Crecimiento y nuevos desafíos
La transición no está exenta de desafíos, pero cada uno de ellos es una oportunidad para crecer. Aprender a gestionar equipos, coordinar procesos creativos y asegurarme de que el talento de cada miembro brille es una tarea que exige dedicación y una constante evolución personal y profesional.

No obstante, me siento profundamente motivada. La admiración sigue presente, pero ha tomado una nueva forma: admiro el potencial de las personas con las que trabajo, admiro los procesos que permiten que un proyecto se haga realidad, y admiro mi capacidad de adaptarme, de romper con lo establecido y de encontrar nuevos caminos.

En este viaje, sigo aprendiendo que, a veces, para avanzar hay que dejar atrás lo que ya conocemos. Romper no es fracasar. Romper es crear espacio para lo nuevo, para lo que está por venir.

Y en ese espacio, estoy lista para seguir creciendo.

--

--

almudena anés
almudena anés

Written by almudena anés

Almudena Anés es una gestora y productora cultural española especializada en arte, videojuegos e identidad.

No responses yet