
Un cuerpo se cava desde el interior
la tierra es lecho y todo cielo, un ojal
donde alguien narrará una historia húmeda:
una trama de lágrimas.
Del ojal sobrarán los ojos
el cuerpo sustituirá los órganos con nácar y volcanes,
una permanencia dejará adherida al territorio
como una marca de célula y sombra.
La historia del cadáver es narrar el cuerpo
mediante una belleza grasienta
donde la tierra empasta el nicho
como si nunca hubiese sucedido nada.